¡Here's Johny! 88 años de la leyenda viva Jack Nicholson
- Deyvid Hernandez
- 22 abr
- 5 Min. de lectura

Con su sonrisa inconfundible y una intensidad actoral que traspasó la pantalla, Nicholson no solo interpretó personajes: los transformó en historia del cine. Cuando se habla de actores míticos de Hollywood, es imposible dejar por fuera al gran Jack Nicholson. Su nombre está grabado con letras de oro en la historia del séptimo arte al redefinir lo que significa habitar un personaje, yendo más allá de solo interpretarlos, al darles una presencia magnética única que, sumado a su voz irrepetible y versatilidad sin límites, ha dejado una huella imborrable en cada género, construyendo un legado basado en el riesgo, la autenticidad y una entrega absoluta a su oficio. Hoy, 22 de abril de 2025, celebramos su cumpleaños número 88, una cifra que simboliza casi un siglo de talento que aún cautiva como la primera vez, por ello, en honor a su inmenso aporte, hacemos un recorrido por la trayectoria de este gigante actoral que, con cada mirada, sonrisa o explosión emocional, nos recordó que el cine puede ser tan impredecible y fascinante como la vida misma.

Nacido el 22 de abril de 1937 en Neptune City, Nueva Jersey, John Joseph Nicholson (o Jack) creció en el seno de una familia trabajadora, siendo el menor de tres hermanos. Antes de ser el icono que conocemos, Nicholson soñaba con las grandes ligas del béisbol profesional, sin embargo, su complexión delgada y baja estatura le impidieron desarrollarse en ese campo. A pesar de ello, tuvo un breve acercamiento como narrador de béisbol en su escuela y en equipos locales, lo que encendió en él una chispa de amor por el poder de contar historias. Tras culminar sus estudios de preparatoria, una invitación de su hermana June lo llevó a Los Ángeles, California, la ciudad que veneraba por ser el hogar de su ídolo, Marlon Brando. Sin pensarlo dos veces, se mudó a la ajetreada ciudad donde, el 5 de mayo de 1955, comenzó a trabajar como auxiliar administrativo en el departamento de animación de la Metro-Goldwyn-Mayer, mientras que, paralelamente, empezó a estudiar arte dramático en el Players Ring Theatre, donde conoció figuras clave como James Coburn y Roger Corman, siendo este último quien le daría su primera oportunidad como intérprete en la película The Cry Baby Killer (1958). Aunque su papel no lo catapultó a la fama, le abrió las puertas para participar en otros filmes de bajo presupuesto e incluso dirigir sus primeras cintas, como El terror (1963), hasta finalmente llegar a Easy Rider (1969), donde su brillante interpretación del abogado George Hanson lo hizo merecedor de su primera nominación al Oscar como Mejor Actor de Reparto.

Aquella nominación al Oscar, marcó un antes y después en la vida de Nicholson, quien comenzó a llamar la atención de los grandes nombres de Hollywood, llevándolo a participar en producciones cada vez más exitosas como Mi vida es mi vida (1970), El último deber (1974) y la icónica Chinatown. Su estilo de actuación, lleno de matices emocionales, intensidad psicológica y expresividad facial, lo convirtieron en un actor de método respetado, además de un laureado intérprete, recibiendo varias nominaciones al Oscar durante la década de los 70 y siendo galardonado en aclamadas ceremonias como los Globos de Oro o los BAFTA, posicionándose como uno de los pilares del "Nuevo Hollywood", un movimiento artístico donde él, junto a otros jóvenes talentos como Al Pacino, Dustin Hoffman y Robert De Niro, se convirtieron en las estrellas más codiciadas y mejor pagadas de las décadas de 1970 y 1980.
En 1976, su estatus alcanzó nuevas alturas cuando ganó el Oscar a Mejor Actor por su papel en One Flew Over the Cuckoo’s Nest, donde interpretó al irreverente Randle McMurphy. Este galardón lo catapultó al Olimpo de Hollywood, una posición que consolidó con sus dos victorias posteriores por La fuerza del cariño (1984) y Mejor... Imposible (1998), además de las doce nominaciones que recibió en la prestigiosa ceremonia entre 1970 y 2003. Pero más allá de los premios, Jack se hizo distinguir por su asombrosa versatilidad, transitando con maestría por géneros que iban desde el terror psicológico, con su icónica interpretación de Jack Torrance en El Resplandor, hasta la acción heroica al dar vida al Joker en la visión de Batman de 1989 dirigida por Tim Burton, para finalmente aterrizar en comedias como Anger Management (2003), donde compartió escena con Adam Sandler, demostrando ser capaz de cualquier registro, siempre con un sello muy personal.

A pesar de su gran éxito, tras su último Oscar por Mejor... Imposible y con el cambio de siglo, su presencia en la industria comenzó a disminuir. Si bien su talento seguía siendo reverenciado, su participación en filmes destacados se redujo en comparación con sus éxitos de las décadas previas, un declive que muchos atribuyen a la llegada de nuevas generaciones de actores y, quizás, al impacto emocional que le causó descubrir que su “hermana” June era en realidad su madre biológica. Sea cual sea la combinación de factores, su brillo en la industria comenzó a atenuarse, aunque Nicholson siempre supo mantener su nombre en lo alto, regalando sus últimas grandes actuaciones en About Schmidt (2002), que le valió una nominación al Oscar como mejor actor, y en The Departed (2006) de Martin Scorsese, donde interpretó al temible capo de la mafia Frank Costello, obteniendo el Austin Film Critic Award y múltiples nominaciones en premios como los Globos de Oro, los Satellite y los BAFTA.
Finalmente, después de una trayectoria que abarcó casi seis décadas y un impresionante palmares de más de 20 estatuillas, Jack Nicholson se retiró oficialmente del cine en septiembre de 2013. Aunque nunca explicó sus motivos, fuentes cercanas al intérprete como el productor Maron Adler señalaron que su decisión se debió a problemas de memoria y a un deseo genuino de disfrutar la vida lejos de los reflectores. Desde entonces, el actor ha mantenido un perfil bajo, dedicándose a sus seres queridos y, recientemente, ejerciendo como mentor actoral de su hijo Ray, quien recientemente sorprendió con un rol protagonista en Smile 2 (2024) y ha sido comparado con su padre por su carisma, mirada penetrante y esa sonrisa maliciosa que parece heredada.

Jack Nicholson no solo es un actor, sino también un punto de inflexión en la historia del séptimo arte. Con una audacia interpretativa y su capacidad para encarnar la complejidad humana con una mezcla única de carisma y oscuridad, redefinio los estándares de la actuación cinematográfica, entregando en cada papel una experiencia visceral para el espectador que ha hecho que se gane el aprecio de cinéfilos de todas las edades y revolucionando para siempre la forma en que se interpreta. Hoy, en su cumpleaños 88, no queda más que decir: ¡gracias por tanto, Jack! ¡Feliz cumpleaños, leyenda viva!
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