Hollywood: Un casting sin rostro hispano
- Deyvid Hernandez
- 22 nov 2024
- 5 Min. de lectura

Con apenas un 5% de representación en papeles protagónicos, la comunidad se ha visto limitada al acceso de oportunidades en la pantalla grande, siendo pocos talentos los seleccionados en una industria que promueve la equidad de condiciones para sus estrellas.
En los Estados Unidos, los hispanos, con sus más de 60 millones de habitantes, representan el 19% de la población del país, siendo la minoría étnica más grande del territorio y generando hasta 3,6 billones de dólares a la economía nacional. Los Ángeles, la capital del entretenimiento cinematográfico, representa una de las ciudades con mayor presencia de la sociedad latinoamericana al contar con un 49% de sus pobladores pertenecientes a esta región.
En este porcentaje, la Universidad de California, ha mostrado un panorama que resulta indignante en la poderosa industria del cine al detallar que, en los últimos 20 años, solo 75 actores pertenecientes a este grupo poblacional han podido hacerse con los roles principales en producciones de Hollywood, siendo la gran mayoría de ellos relegados a papeles secundarios, terciarios o antagonistas que solo promueven clichés y estereotipos que afectan la imagen de este colectivo ante los consumidores norteamericanos.

Ante estos resultados, la Academia ha procurado en sus últimas obras audiovisuales hacer productos más inclusivos en los que actores, actrices y demás personal hispano puedan dar a conocer su talento, además de competir en las grandes galas de premios, una iniciativa que ha tenido cierto éxito con recientes casos como la nominación al Óscar de mejor actriz de la intérprete cubana Ana de Armas, por su performance como Marilyn Monroe en la película Blonde, o el premio Óscar a mejor director que recibió el mexicano Guillermo del Toro por su film The shape of Water.

Ahora, en este punto, quizá se pregunte: ¿Y por qué simplemente no le dan más protagonismo al latino si ha tenido logros? La respuesta tiene varias aristas, pero de acuerdo con la investigación realizada por el centro educativo, tiene que ver principalmente con tres factores:
Un problema de representación e identidad: A lo largo de la historia del cine, los personajes hispanos han sido reducidos a estereotipos limitados u ofensivos. Los hombres suelen ser retratados como iletrados, violentos o relacionados con el mundo del crimen, mientras que las mujeres son encasilladas a papeles de tono sensual y erótico, en papeles cliché de sirvientas o amantes. Películas como A Better Life (2011) o Man on Fire (2004), son ejemplos de cómo estos "lugares comunes" han sido perpetuados en la industria. Estos roles limitados no solo distorsionan la imagen de la comunidad, sino que también refuerzan prejuicios y discriminación, además de relegar a los actores pertenecientes a este grupo a interpretar papeles que el público tiende a ignorar e incluso odiar.
Una industria que se resiste al cambio: Siendo uno de los campos artísticos más antiguos, la cinematografía ha definido en su evolución unos estándares o barreras con los cuales procura que sus producciones mantengan el statu quo. Aparte de los clichés ya mencionados, Hollywood se caracteriza por crear narrativas centradas en "audiencias mayoritarias", es decir, público que tradicionalmente ha ayudado a impulsar la rentabilidad de los filmes como la población blanca no latina, por lo cual, las historias, personajes y temáticas que se desarrollan están diseñados para resonar principalmente con este segmento, bajo la suposición de que representan al "mercado general", cuando la realidad es que los hispanos son, de acuerdo con estudios, la población que más consume actualmente productos fílmicos.
Baja competencia cultural: Este término hace referencia a la incapacidad de la industria cinematográfica para apreciar todo el potencial que la comunidad hispana puede aportar en campos ejecutivos, financieros, audiovisuales, creativos y de producción dentro del mundo del cine. De acuerdo con los entrevistados, los mayores retos a los que se enfrentan a la hora de conseguir un empleo en el sector, están relacionados con la toma de decisiones ejecutivas que tienden a favorecer los intereses de los hombres de negocios estadounidenses quienes suelen invertir mayor financiación a las obras audiovisuales realizadas por equipos creativos nativos, cuyo coste es de alrededor de 25 millones de dólares, que por aquellos que tienen origen hispánico, cuyo coste es de alrededor de 10 millones de dólares, lo cual brinda mejores recursos a estos sectores privilegiados, además de acceso a oportunidades únicas en el mundo del espectáculo.

Entonces, ante este ecosistema mediático tan problemático, ¿qué se puede hacer? Para transformar radicalmente la representación latina en Hollywood, es necesario adoptar un enfoque multifacético en el cual se garantice una mayor visibilidad y oportunidades para los talentos hispanos. El primer paso a seguir es la diversificación de los procesos de casting, es decir, los actores latinos deben tener igualdad de oportunidades para aspirar a roles principales, o al menos, tener la seguridad de que podrán representar verdaderos papeles que demuestren todo su talento actoral y no se remitan a ser los típicos estereotipos hollywoodenses. Asimismo, es igualmente importante apostar por historias que reflejen la riqueza y diversidad de la comunidad latina, recordemos que esta tiene narrativas muy ricas que, si se exploran de la forma adecuada y con un enfoque innovador, pueden ser todo un éxito de taquilla, tal como sucedió con Coco o Encanto, ambas películas ganadoras del Óscar y que integran con respeto las tradiciones, culturas y estilo de vida de mexicanos y colombianos.

De igual manera, el movimiento debe extenderse detrás de cámaras. La presencia de guionistas, directores y productores hispanos es esencial para garantizar que estas tramas sean contadas desde una perspectiva auténtica, libre de los filtros que pueden causar conflicto. Además, se debería invertir en el talento latino en todas las áreas de rodaje, ya que esto, no solo enriquece el proceso creativo que hay detras de un filme, sino que también ayuda a generar mayores ganancias (entre $12 mil y $18 mil millones de dólares adicionales al año en ingresos anuales) beneficiando a los participantes de toda la cadena de valor, desde los creativos hasta las industrias adyacentes, tal como lo menciona el estudio realizado por la empresa consultora Mckinsey & Company.
La falta de representación latina en Hollywood no es solo un problema de oportunidades, sino un reflejo de barreras históricas, narrativas sesgadas y decisiones empresariales que otorgan una visión limitada de una comunidad vibrante que tiene mucho por contar aún. Transformar esta realidad requiere de una voluntad y compromiso que va más allá del casting o la producción, inicia desde nosotros como espectadores, quienes deberíamos de exigir historias auténticas con personajes auténticos, reconociendo que el valor cultural presente en el talento hispano no es una concesión, sino una evolución necesaria en el mundo cinematográfico, después de todo, ese 4% actoral en Hollywood ha contribuido a que esta sea una de las industrias más poderosas del planeta.
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